El Ministerio de Comercio de China ha anunciado la semana pasada el inicio de una investigación ‘antidumping’ sobre ciertas importaciones de carne de cerdo y derivados provenientes de la Unión Europea.
Esta medida se interpreta como una respuesta directa a los aranceles impuestos recientemente por Bruselas a los vehículos eléctricos chinos, afectando especialmente a España, principal exportador de cerdo a China dentro de la UE.
Según diferentes analistas, Pekín estaría dirigiendo sus represalias hacia los países que considera como los principales impulsores de los aranceles a los coches eléctricos chinos, específicamente Francia y España.
La petición para investigar las importaciones de cerdo europeo fue presentada el 6 de junio por la Asociación China de Ganadería, y las pesquisas se centrarán en los productos importados en 2023 y las consecuencias provocadas al sector chino entre 2020 y 2023.
El comunicado del Ministerio de Comercio detalla que la investigación abarcará productos como carne de cerdo, casquería (tanto refrigerada como congelada), grasa de cerdo y otros derivados. El proceso ya ha comenzado y se prolongará durante un año, con la posibilidad de extenderse por seis meses adicionales en circunstancias especiales.
Contexto de la investigación
La decisión de investigar las importaciones de cerdo europeo se anticipó a finales de mayo, cuando la prensa oficial china sugirió que algunas empresas podrían solicitar dicha investigación.
La confirmación oficial llegó el pasado viernes, un día después de que el portavoz de Comercio, He Yadong, afirmara que las industrias chinas tienen derecho a solicitar una investigación sobre las importaciones europeas de cerdo y lácteos, ajustándose a las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
En 2023, España exportó más de 560.000 toneladas de productos de cerdo a China, valoradas en 1.223 millones de euros, representando el 20,33 % de las ventas exteriores de porcino y el 13,7 % del valor total.
Este sector es crucial para las exportaciones agroalimentarias de España a China, representando el 61 % de la facturación en este ámbito, seguido por las bebidas y el aceite de oliva.
Posibles repercusiones
La consultora Trivium China indicó que los aranceles agrícolas, como los dirigidos contra el brandy francés y el cerdo español, podrían ser un castigo selectivo para París y Madrid por su papel en la investigación a los vehículos eléctricos chinos.
El pasado miércoles, la Comisión Europea anunció aranceles adicionales del 21 % de media a la importación de vehículos eléctricos desde China, tras concluir una investigación antisubsidios iniciada en octubre del año pasado.
Esta medida ha desencadenado la rápida respuesta de Pekín, que ahora amenaza con una nueva guerra comercial que podría impactar significativamente en sectores clave de la economía europea, especialmente el agroalimentario español.
Preocupación en el sector porcino español
La Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino (Anprogapor) ha expresado su preocupación ante la posibilidad de que China aumente los aranceles a las importaciones de carne de cerdo y despojos procedentes de España.
Por otro lado, la industria cárnica, representada por Anice, también ha mostrado inquietud por posibles represalias, temiendo que el mercado chino, el principal destino de las exportaciones de porcino españolas, se vea severamente afectado.
La respuesta de China a los aranceles de la UE podría desatar una nueva guerra comercial, con el sector agroalimentario español como uno de los posibles perjudicados, reflejando las tensiones crecientes entre Pekín y Bruselas en el comercio internacional.
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